Bután es un reino en Asia que prioriza la felicidad sin emisiones
Bután es un reino en Asia que prioriza la felicidad sin emisiones. Este pequeño país ha mostrado al mundo cómo se puede integrar la sostenibilidad en el desarrollo a través de un enfoque único hacia la felicidad y el bienestar de sus ciudadanos.
El enfoque único de Bután hacia la felicidad y la sostenibilidad
En un mundo donde el desarrollo económico suele ser sinónimo de crecimiento a expensas del medio ambiente, Bután marca una clara diferencia al poner la felicidad en el centro de su agenda política y social. Desde 1972, el rey Jigme Singye Wangchuck introdujo el concepto de Felicidad Interna Bruta (FIB), un enfoque que prioriza el bienestar de la población sobre el Producto Interno Bruto (PIB).
La FIB se compone de varios indicadores, que incluyen el crecimiento económico sostenible, la conservación del medio ambiente, la promoción de la cultura y una buena gobernanza. Este enfoque holístico ha permitido a Bután crear un modelo de desarrollo que beneficia tanto a la población local como a los visitantes.
En términos de sostenibilidad, Bután es un país sin emisiones netas de carbono, gracias a su vasta área forestal que cubre el 72% de su territorio. Este compromiso con el medio ambiente no solo apoya la lucha global contra el cambio climático, sino que también mejora la calidad de vida de los ciudadanos.
La «tasa de desarrollo sostenible»: un modelo de turismo responsable
Bután ha establecido una tasa de desarrollo sostenible que es fundamental para su modelo de turismo. Aumentando la tarifa diaria de 65 a 200 dólares, el país busca atraerse a un turismo más consciente y responsable. Esta tarifa incluye no solo el alojamiento y las comidas, sino también un enfoque en prácticas turísticas éticas que favorecen el bienestar de las comunidades locales.
- Beneficios del aumento de tarifas:
- Redistribución de ingresos hacia comunidades locales.
- Mayor inversión en infraestructura sostenible.
- Control de la afluencia de turistas para preservar la cultura y el medio ambiente.
Esta nueva estructura de tarifas permite que Bután gestione de manera efectiva el turismo, evitando la saturación y asegurando que los visitantes puedan disfrutar de la riqueza cultural y natural que ofrece el país.
El Trans Bhutan Trail: conectando comunidades y preservando la cultura
El Trans Bhutan Trail (TBT), reabierto en 2020 después de décadas de inactividad, es una de las iniciativas más emocionantes de Bután. Este sendero conecta el país de este a oeste a través de montañas, valles y aldeas, y no solo promueve el turismo, sino que también busca preservar la cultura local.
Concebido inicialmente por la Bhutan Canada Foundation, el TBT es un esfuerzo conjunto del gobierno de Bután y diversas organizaciones no gubernamentales para revitalizar las comunidades rurales. A través de este sendero, los visitantes tienen la oportunidad de experimentar de manera directa la forma de vida de los bhutaníes mientras contribuyen a la economía local.
Además, el TBT ayuda a rediscutir el concepto de turismo en Bután, enfocándose en “turismo lento” y en la experiencia de las tradiciones locales, creando así una conexión real entre los turistas y las comunidades.
Estrategias para desviar el turismo y revitalizar regiones menos exploradas
Una de las principales preocupaciones para Bután ha sido la concentración del turismo en los valles occidentales, tales como Paro y Thimphu. Para abordar este desafío, el gobierno ha implementado diversas estrategias que buscan dividir el flujo de visitantes a lo largo del reino.
- Creación de nuevos itinerarios turísticos: El desarrollo de rutas menos conocidas, como el TBT, ayuda a desviar la atención de las áreas más populares, permitiendo que otras partes del país se beneficien del turismo.
- Promoción de experiencias culturales únicas: Las regiones menos exploradas están siendo promovidas por sus tradiciones y festivales únicos, atrayendo así a un nicho de turistas interesados en una experiencia auténtica.
Estas actuaciones no solo aseguran que el turismo sea una fuerza positiva para el desarrollo local, sino que también ayudan a preservar la cultura, evitando la contaminación cultural que puede surgir al recibir grandes cantidades de visitantes en áreas específicas.
La migración juvenil y la búsqueda de nuevas oportunidades
Un problema importante al que se enfrenta Bután es la migración juvenil a las ciudades y el extranjero en busca de mejores oportunidades. Para abordar esto, el país ha comenzado a implementar programas y políticas que fomenten el desarrollo de iniciativas económicas en las zonas rurales.
- Iniciativas en educación: Mejorar la calidad de la educación en áreas rurales permite que los jóvenes tengan opciones más viables sin necesidad de abandonar sus comunidades.
- Crecimiento de emprendimientos locales: Programas de capacitación y apoyo financiero para jóvenes emprendedores ayudan a crear un entorno en el que los jóvenes puedan desarrollar sus ideas sin necesidad de abandonar el hogar.
- Fomento del turismo sostenible: Al involucrar a la juventud en el sector turístico, Bután puede atraer a aquellos que buscan iniciar carreras en el campo del turismo, todo mientras contribuyen a su comunidad.
Esta revitalización económica y social es crucial para mantener la población y la identidad cultural en el país, asegurando que Bután no solo sea un destino turístico, sino un lugar donde los jóvenes puedan prosperar con orgullo.
Equilibrio entre conservación cultural y desarrollo económico
Bután es un auténtico ejemplo de cómo es posible lograr un equilibrio entre la conservación cultural y el desarrollo económico. El país ha implementado políticas que aseguran que el crecimiento en sectores como el turismo no comprometa su integridad cultural ni su patrimonio natural.
Las comunidades locales se involucran en la planificación y ejecución de proyectos turísticos, lo que les permite jugar un papel activo en la conservación de sus costumbres y tradiciones. Esto no solo preserva la cultura, sino que también fortalece la identidad nacional y el sentido de pertenencia entre los bhutaníes.
El compromiso de Bután de mantener su cultura viva y vibrante es una estrategia central en su modelo de desarrollo. A través de leyes que protegen los lugares de culto y el patrimonio cultural, el país ha demostrado que la modernización no tiene que ir reñida con la identidad cultural.
Bután como un ejemplo global en la lucha contra el cambio climático
Bután se ha convertido en un ejemplo global en la lucha contra el cambio climático. Como uno de los pocos países en el mundo que es carbono negativo, su enfoque en la conservación de bosques y ecosistemas ha generado una huella ecológica minimalista.
Las políticas ambientales de Bután son rigurosas. Por ley, el 60% del país debe estar cubierto de árboles, en concordancia con su compromiso de preservar la biodiversidad. Además, las iniciativas de desarrollo sostenible también están integradas en la planificación de las ciudades y comunidades.
Este enfoque ha enseñado a otras naciones la importancia de un desarrollo que respete el entorno. Bután se está posicionando no solo como un destino turístico, sino también como un líder en el movimiento por un futuro más sostenible.
Conclusión: un reino que pone a la felicidad en el centro de su desarrollo
Bután representa un singular reino en Asia que pone la felicidad y la sostenibilidad al frente de su desarrollo. Con una visión clara enfocada en el bienestar de sus ciudadanos y en la preservación de su entorno, Bután se erige como un ejemplo a seguir en temas de turismo, conservación cultural y lucha contra el cambio climático.